viernes, 15 de abril de 2011

Duendes.




No te enojes si no llego a nuestro lugar de encuentro, juro ante los dioses que mi intención jamás fue ni será lastimarte…Hay un duende pobre mi hombro, trepa por mi cabello y me susurra cosas al oído… cosas malas.
He tratado de botarlo con mi mano, pero muerde y rasguña, temo de él, temo terminar todo abruptamente por su causa; así que ya lo sabes, no preguntes porqué… todo fue culpa del duende.

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