domingo, 27 de mayo de 2012

No Sobreentender!

Y disfrutaré cada día contigo, pero no viviré ya por ti, para así no desfallecer con tu ausencia. Y que cambiar un beso tuyo por el de otro sea menos difícil, cambiar tus conversaciones por libros; aunque jamás mis mejillas se volverán a arrebolar con otro como se arrebolan contigo, ni las risas serán las mismas. Cuando mi almohada ya no posea tu olor habrá de funcionar mi trinchera.